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La oficina siniestra

Diferentes puntos de referencia

      Lo conocía hacía algún tiempo, una enfermedad que le aquejaba lo había hecho visitante asiduo de mi oficina. No tenía sesenta años pero, sus profundas arrugas reflejo del los muchos surcos que había cavado en sus años de duro trabajo en el campo, le hacía parecer que tenía veinte años más. Sus manos rugosas sujetaban con torpeza el parte de confirmación que traía cada semana, era incapaz de saber cual me tenía que entregar porque las letras para él sólo eran unas manchitas cuyo significado desconocía.

      Tras pasar por el tribunal médico le dieron una incapacidad para su trabajo habitual. Podía trabajar en otra cosa. Pero ¿dónde voy a trabajar yo con esta espalda lastimada y estos años sobre ella? Le dije que viniera a la semana siguiente que le diría, para entonces, la cuantía de la pensión que le había quedado. Por la mañana miré la cantidad: 380€. ¡Vaya porquería, tras una dura vida de trabajo! ¿Qué iba a decir este hombre? A media mañana vino. Yo no sabía como decírselo, busqué en la pantalla y le dije: ¡le han quedado 380 €! ¿Al mes?- me preguntó. Sí, al mes.

     Me esperaba cualquier reacción, pero no aquella cara iluminada por una sonrisa que por unos minutos quedó libre de arrugas y me dijo: ¿de verdad? Bieeeeeeeen. ¡Muchas gracias! 

     Y me estrechó la mano con un entusiasmo y una fuerza que me dejó sorprendido. Se fue dando saltos de alegría hacia la puerta y yo me quedé pensando qué diferentes son los puntos de referencia que usamos cada uno.

4 comentarios

Olga -

Cada uno de nosotros damos distinto valor a las cosas. Al menos se fue feliz y no pensando que era una cantidad mísera.
Un saludo

Mescal -

Desde luego que la vida es increible. Lo que para unos es miseria para otros es riqueza.

Besitos!

Clooney -

Sí, la vida es del color del cristal con el que se mira... cuando estas acostumbrado a que la administración te pida y te quite, que te \"den\" algo, lo ves como un regalo... y no sabe el hombre lo merecido que se lo tiene... Incluso a lo mejor piensa que s elo has dado tú mismo... cuanta inocencia!

abril -

Ay, por fin he llegado, unos dias sin visitar blogs y la faena se me acumula.
Pues si, la verdad es que la gente que trabaja en el campo, sacrifica mucho y a veces por una helada o una sequia, obtienen de recompensa, nada.
El tener ese dinero asegurado todos los meses para el podria significar como un sueldo de los mejorcitos.
Mil besos.
Por cierto, ya deberias de saber cuantas patas tiene un perro
¿O no?.