De pie en el banco
Hoy Olga salió un momento para llegarse al Banco a ver si había cobrado. Pero si es aún pronto, le dije. No es que tengo que ver si mi exmarido ha ingresado el importe correspondiente y mi padre una cantidad que me suele regalar porque a estas alturas, con tanto gasto, no tengo un euro en la cuenta.Cuando regresó, noté que su cuerpo, habitualmente tan enderezado venía un tanto basculante y su cara más que un poema era una elegía.
-¡Qué cara traes puesta! ¿No te han ingresado?- le dije.
-Sí que tengo el dinero ingresado. No es eso.
-¿Entonces?
-Mira, Generoso, he tenido que esperar un buen rato en la cola de la Caja. Detrás había uno, poco mayor que yo, trajeado, muy elegante y guapo. Empezamos a hablar y, como un pensionista con dos transferencias que estaba haciendo se entretuvo más de la cuenta, ya tuvimos tiempo de hasta caernos bien. Me dijo que si me apetecía un café. Le dije que encantada. Pero cuando terminamos el fue café cuando aquel hombre tan simpático me sorprendió. Sin ninguna razón aparente, al menos por mi parte, va y me dice: ¿dónde te apetece que vayamos a tu casa o la mía? Sin pensarlo mucho le tiré el café a lo largo y ancho de su corbata de seda y me fui sin mirarle a la cara. Pero ¡qué morro! ¿Por qué todos piensan en lo mismo?- mientras me dijo esto me acarició suavemente con los dedos y me miraba con cara de “tú sí que eres distinto”.
4 comentarios
abril -
Mil besos.
sol -
ideas -
Seguro que creyo que te habia tocado la loteria cuando ella acepto tomar el cafe con el ;)
Clooney -